SOBRE UTOPÍAS, CONTRADICCIONES Y CHIVATOS
Todo en la vida está en riesgo de
contradicción Todas las utopías tienen un pasado que las contradice. Nadie ni
nada está a salvo de eso. No soporto, será entre otras cosas porque me dan
miedo, los discursos de memoria que insultan de carrerilla y se suben a los
coches a arengar a las masas.
A riesgo de padecer cínico admito
mis contradicciones, no manejo verdades que puedan aplastar al otro y entiendo
que el otro, puede admitir las suyas o como mucho disimularlas.
Uno de los regalos, perdón por hacer
de reportero, que nos han traídos estos días en Cataluña ha sido la imagen
reiterada en todos los medios de un cuadro de Antoni Tápies; Las cuatro crónicas en la Sala
Tarradellas. Y es que me gusta enormemente la obra de este pintor catalán y
español a su pesar.
Decía Picasso que para ser pintor
hay que estrangular una paloma y matar al padre. Cuenta Tápies en sus memorias
que su progenitor fue uno de los chivatos contra Companys en la instrucción
franquista de 1940. Padre e hijo tuvieron siempre una relación complicada. Es conocido
el anti franquismo del pintor y su ideología independentista. Este sentimiento catalán no le impidió recibir
en el año 2010 el Marquesado de Tápies, título nobiliario español otorgado por
el otrora rey de España Juan Carlos I
Uno de los termómetros de las
sociedades democráticas tendría que ser la capacidad que estas tienen para
vivir, sin despelucarse, con sus propias contradicciones. Tapies que tenía muy
buena melena de león bien peinado pudo recibir su marquesado y a mí me gustaría poder decir que me gusta un cuadro
de Tápies, que se encuentra en la sala donde se reúne el contubernio
independentista sin tener que estar a loro de porque lado me van caer las pedradas.
RGC
Las Cuatro Crónicas
Antoni Tápies
Sala Tarradellas